Lo que le pasa al amigo del amigo de mi amigo me afecta
Desde hace unos años existe la teoría de los seis grados de separación. Se trata de una hipótesis, cada vez más comprobada que afirma que en el mundo todos estamos conectados por una gran red social a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, conectando a ambas personas con sólo seis enlaces. Es una perspectiva asombrosa, la idea de la importancia que los contactos tienen en nuestra vida.
En esa línea de redes sociales se ha descubierto recientemente que lo qué hacemos y cómo nos sentimos afecta no sólo a nuestros amigos, ni a los amigos de nuestros amigos. La teoría de los tres grados de influencia social afirma que se ven afectados por nuestras acciones y sentimientos los amigos de los amigos de nuestros amigos. Es una idea fascinante que va en la línea del pensamiento de que mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, haciendo acciones pequeñas, puede cambiar el mundo.
Además de la idea de que podemos cambiar el mundo, esta teoría nos ayuda a ser más conscientes de nosotros mismos, de la relevancia que tenemos en la vida de nuestros seres cercanos, y no tan cercanos, y de la elección de vida que podemos hacer a partir de ahora. Pues los datos apuntan que si un amigo de un amigo de un amigo se siente feliz, aumenta la probabilidad de que seamos felices en un 6%. ¿No es eso genial? Rodeémonos de buenos amigos, que tengan buenos amigos, pues aunque no los conozcamos, nos veremos influídos por ellos.