¿Otra vez me ha bloqueado en el Whatsapp?

Llevo varios meses dándole vueltas a un tema, más bien a un comportamiento, que veo y oigo se repite con mucha frecuencia, y del que creo que es importante hablar y reflexionar. Y se trata de la facilidad que tiene la gente de bloquear y desbloquear a sus contactos en las redes sociales.

He llegado a la conclusión que la gente bloquea a sus contactos en las redes sociales por dos motivos. El primero es para castigar a la otra persona por alguna actitud o comportamiento que ha tenido y que considera hiriente. Cerrar las puertas de la comunicación es decirle al otro que no te interesa nada de lo que vaya a decir, y por consiguiente, que no te interesa más esa persona. Es decir, el castigo es consecuencia de la interpretación de una situación dada en la relación, y la necesidad de hacer daño al otro para compensar el daño sentido. Viene a ser como dice el refranero español: «no hay peor desprecio que el no aprecio».

El segundo motivo por el que la gente bloquea a otra persona en las redes sociales es por la frustración y mala gestión de sus emociones. Viene a ser la versión adulta y tecnológica de las pataletas que tienen los niños pequeños que, sin saber porqué, reaccionan de este modo. Es probable que perciban que una situación escapa de su control, no saben qué hacer para mantener la estabilidad y la seguridad que hasta ese momento percibían, y reaccionan con esa rabieta bloqueando al otro, hasta que su nivel de frustración baja.

En cualquiera de los dos casos, se trata de reacciones que vienen dadas por una mala gestión de las relaciones con los demás y de las emociones propias. Si en los niños tratamos de eliminar ese tipo de reacciones ayudándoles a desarrollar su inteligencia emocional para que gestionen mejor lo que sienten y las respuestas que dan, ¿por qué entre adultos toleramos y consentimos una y otra vez que nos bloqueen en el Whatsapp, Facebook…?

Confieso que yo no soy de bloquear a nadie, pero sí he decidido dejar de prestar atención a las personas que actúan de este modo. Considero que es un desgaste emocional increíble tratar de adivinar y entender qué habrá pasado esta vez por su cabeza, así como pensar en qué hacer para reestablecer la relación. Las emociones, las relaciones y la vida son mucho más sencillas, ¿no creéis?

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