¿Responsabilizarme de tus decisiones? No, gracias
Recientemente me encuentro con personas que no se responsabilizan de sus actos, emociones y/o situación vital. Culpan a los demás de no quererlos, de no estar cerca cuando los necesitaban, de no saber ver su necesidad de amor, de llevarles a la soledad. Pero, ¿cuánto hay de cierto en eso?
Si eso es cierto, significa que tenemos la capacidad de hacer que los demás hagan lo que queremos. Y yo, al menos, no lo he conseguido aún (ni quiero conseguirlo). No controlamos la vida de los demás, no somos responsables de las decisiones que toman los demás.
Así pues, no es justo que los demás traten de culpabilizarnos de su gestión emocional, de su toma de decisiones o de sus pensamientos irracionales. Animo a no asumir esa culpa y esa carga emocional desadaptativa e incluso negativa que no nos corresonde, y devolverla a quién le atañe.