“Uno no está solo por casualidad”
“Uno no está solo por casualidad” me decía una paciente hoy en consulta. Entonces, ¿qué ha pasado para que, si no es casualidad, una persona esté sola?
Una mezcla de falta de habilidades sociales, toma de decisiones y la consiguiente despreocupación o no asunción de las consecuencias de estas, junto con una falta de inteligencia emocional y, sobre todo, empatía son la receta que hace que las personas se sientan solas y realmente estén solas. Somos seres sociales y como tal nos necesitamos, tanto a nivel instrumental como a nivel emocional. No ser consicentes de ellos, creernos independientes y querer dar la espalda a eso puede tener unas consecuencias desastrosas en nuestro bienestar mental, emocional y hasta en nuestra salud.
Aprender a ponernos en el lugar del otro, tener en cuenta la reciprocidad de nuestras acciones, entrenar en habilidades sociales y dejar de tener miedo al fracaso puede ser un buen inicio para empezar a hacer las cosas de otro modo, para no dejar nuestra felicidad en manos de la casualidad o destino, y tomar las riendas de nuestra vida.