Despedirse en vida
Cuando sabemos que alguien va a fallecer, empezamos un proceso de adaptación a la pérdida. En ocasiones a través de mecanismos de defensa, otras con explosiones emocionales, y hasta con retraimiento. De este modo, cuando llega el final, llevamos un largo recorrido hecho, de preparación para la despedida, y para asimilar la vida sin esa persona.
Pero, ¿qué pasa cuando nos tenemos que despedir o separar de alguien que sigue vivo?
Las relaciones sociales, laborales, familiares y sentimentales, no siempre son lo que esperamos, ni se desarrollan como nos gustaría. Valores, creencias y emociones entran en juego y hacen que, en ocasiones, terminar con ellas sea lo más sano para nosotros. ¿Cómo gestionamos esa separación? ¿Qué podemos hacer para sufrir lo menos posible? Darnos cuenta de lo insana que puede resultar la relación es esencial, así como ser objetivo y valorar qué nos aporta esa relación, realmente, en nuestra vida, son dos caminos hacia la adaptación y el bienestar con nosotros mismos.