Escuchar con los ojos
¿Cuántas veces nos sentimos decepcionados o tristes al esperar que alguien nos diga las palabras deseadas? ¿Qué necesidad tenemos de escuchar lo que queremos oír, cuando al estar centrados en el oído, nos estamos perdiendo todo lo que nos dice con gestos?
De hecho, la comunicación no verbal, es decir, lo que transmitimos con los gestos, es casi el 80% del mensaje que transmitimos. Entonces, ¿cómo damos tan importancia a las palabras si el resto del mensaje no es congruente con ellas? Por ejemplo, un “te quiero” dicho mirando hacia el suelo, con susurro y con los brazos entrecruzados en el pecho puede significar mucho menos que un “te odio” con una sonrisa, un guiño y un abrazo.
Creo que nuestras relaciones sociales y emocionales mejorarían mucho si nos acostumbráramos a escuchar más con los ojos y a darle sentido a todo lo que vemos, más que lo que oímos.