¿Quién teme al león?
En los cursos de Inteligencia Emocional, suelo contar este pequeño cuento para explicar qué es el miedo. Deseo os guste:
En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas y cristalinas para calmar su sed. Al acercarse vio su rostro reflejado en ellas y pensó: “¡Vaya, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él!”. Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó de nuevo al lago, poco a poco, y allí estaba otra vez el león. ¿Qué hacer?
La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió de nuevo, volvió a acercarse despacio y, al ver al león de nuevo en el lago, abrió las fauces amenazadoras pero, al comprobar que el león del lago hacía lo mismo, sintió terror y salió corriendo. Pero, ¡era tanta la sed!. Varias veces lo intentó de nuevo y siempre huía espantado. Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber el agua del lago, sucediera lo que sucediera. Así lo hizo. Cogió impulso, y al meter la cabeza en las aguas, ¡el león desapareció!