Serendipia
Hace poco me hablaron del concepto de serendipia. Es definida como un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce de manera repentina o cuando se está buscando otra cosa distinta. ¿Será por pura casualidad o azar que esos descubrimientos inesperados sucedan?
No. No creo que se trate de una casualidad, ya sabéis que no creo en ella. Creo más bien que nos regimos por reglas y leyes naturales que van más allá de nuestro conocimiento y entendimiento, y nos ponen en el camino aquello que es necesario descubramos y veamos. Seguramente para aprender de esa experiencia, a nivel emocional e intelectual. Podemos aprender tanto del descubrimiento fortuito como de la vivencia de descubrirlo, pues lo importante no es la meta, también lo es el recorrido hasta ella. No dotar de sentido a lo que nos sucede ni aprender de ello puede hacernos no dar valor a lo descubierto, y por tanto, a lo vivido.
En el día a día podemos toparnos con la serendipia. Verla y darle valor es una labor propia, personal, que nadie puede hacer por nosotros. Así como lo que queramos aprender de ella. La felicidad también depende de ello.